Motores turbo
Lejos van quedando los días en los que hablar de motores turboalimentados era hacer referencia a maquinas de altísimo performance, solo posibles en modelos muy costosos y con unos mantenimientos especializados y delicadas puestas a punto. Hoy en día, un propulsor con turbo ya no es ningún misterio y puede encontrarse en automóviles de uso familiar y en gamas medias, para el caso del mercado nacional.
¿Y qué es son los motores turbo?
Cuando hablamos de un motor con sistema turbo, estamos haciendo referencia a un compresor en forma de turbina (de ahí la palabra “turbo”) accionada por los gases de escape de los motores que utilizan gasolina o Diesel. Esta turbina toma el aire que pasa por el filtro y lo comprime hacia los cilindros, entregando mayor torque que un motor convencional. Por eso se siente el “empujón” característico y el aumento considerable de potencia y velocidad cuando el sistema entra en acción. Por eso, el motor con turboalimentación es más potente que el atmosférico de igual cilindrada.
¿Por qué está tan difundido?
Es una tendencia mundial que los motores bajen su desplazamiento (cilindrada) para lograr unos menores niveles de contaminación atmosférica. El mundo se encamina a una mayor protección del medio ambiente y es aquí donde la industria del automóvil ha tomado cartas en el asunto. ¿Y cómo lograr que un auto de tamaño considerable no resienta su potencia por usar motores de baja cilindrada? Es aquí donde entra el turbo a volverse masivo, pues logra un mejor aprovechamiento de los propulsores con menor desplazamiento. Para citar un ejemplo, en un motor de 1.2 litros, un turbo puede extraer potencia a niveles que alcanzaría una máquina de 2.0 litros convencional. Todo esto con mejor economía de combustible y menores emisiones de gases contaminantes, es decir, una ecuación que hace unos años era casi imposible de lograr.
Todo ventajas
Aparte de la ya citada economía de combustible sin pérdida de potencia, con ahorros comprobados hasta de un 20% en comparación con una máquina de aspiración natural, el motor con turbo es menos ruidoso y más pequeño, lo cual repercute en menor contaminación sonora y en más espacio y facilidad para trabajar y un auto, mientras más liviano, más eficiente es. También, tiene mejor desempeño en altura, pues no importa los metros a nivel del mar donde opere ni la densidad o presión del aire, algo vital para los atmosféricos.
El turbo es cada vez más accesible. Hoy en día es muy fácil tener un auto con esta tecnología, conducirlo, disfrutarlo y sentir ese empuje que nos da más alegría, seguridad y emociones a la hora de aprovechar las características de nuestro vehículo.
Juan Guillermo Moreno